Claude Steiner a partir de sus observaciones clínicas como psicoterapeuta junto con el legado que le dejó Eric Berne elaboró la teoría de la Economia de las Caricias según la cual el ser humano necesita las caricias, no sólo entendidas como contacto físico sino que se refería a un concepto en sentido amplio, una mirada, un gesto, una palabra agradable.
Leo Buscaglia en su libro "Amor, ser persona" afirma; "a pesar de que el niño no conoce ni comprende la dinámica sútil del amor, siente desde muy temprano una gran necesidad de amar y la falta de amor puede afectar a su crecimiento y desarrollo e incluso provocarle la muerte".
Cuando nos relacionamos con otras personas ya sean nuestros ascendientes, descendientes, amigos o dentro del ámbito laboral con compañeros o jefes, no sirven de nada las relaciones tóxicas, es contraproducente la presión, las contestaciones con tono despectivo, la humillación, el insulto, el acoso moral, a corto o largo plazo, ya que éstas relaciones se deterioran generando tensión, y la curva de rendimiento baja por el estrés generado por este tipo de situaciones.
Oscar Wilde decía que "el egoísmo verdaderamente inteligente consistía en procurar que los demás estén muy bien para poder estar tú algo mejor".
Es mucho más inteligente cooperar que competir, si unimos ideas, esfuerzos, y nos comportamos con un espíritu de colaboración conseguiremos las metas establecidas. Los equipos son más fuertes cuando no hay enfrentamientos motivadas por distintas opiniones, por luchas de poder, o por cualesquiera otros motivos. Este clima de distensión y armonía ayudará a la cooperación, se generará confianza y nacerá el compromiso de todos los integrantes del grupo en alcanzar los objetivos fijados. Deberíamos reflexionar como nos comportamos con otras personas, analizar nuestras miradas, nuestros gestos y nuestras palabras para averiguar que efecto producen en las personas a las que van dirigidas. Es decir analizar nuestra inteligencia emocional entendida según Daniel Goleman como "la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados anímicos propios y ajenos", y tratar de desarrollarla porque ello contribuye a un bienestar físico, emocional y mental, mejorando nuestras relaciones con los demás ya sea en un ambiente familiar, social o laboral.
Y de que forma los terapeutas florales podemos contribuir a mejorar dichos ambientes, supongo que ya lo habreis adivinado, con un ambientador floral para limpiar ambientes. Podriamos incluir las siguientes esencias florales;
CRAB APPLE, nuestro limpiador universal para eliminar impurezas del ambiente.
HOLLY, que representa el amor universal, para eliminar energias negativas o de baja frecuencia provocadas por la ira, enfado, celos, hostilidad, odio,rabia envidia.
ASPEN, protector astral específico.
WALNUT, protector general de influencias externas negativas.
El tema expuesto quizás no dé para mucho debate, pero en todo caso es un recordatorio que nunca está de más teniendo en cuenta que se acercan las navidades, momento del año lleno de reuniones familiares. Conviene tener a mano un ambientador floral que nos ayude a mejorar las relaciones a evitar disputas, y a armonizar el ambiente para estar relajados emocional y mentalmente.
Un abrazo.