Hola amigos/as del foro, quisiera compartir con vosotros/as uno de los escritos seleccionados del Dr. Bach, que si no recuerdo mal, leí por primera vez, hace unos 20 años, y que no supe entender muy bien lo que quería decirme con sus palabras el Maestro, después del tiempo transcurrido he creído que era la hora de volver a leer lo que en su día no puder llegar a comprender, bien porque estaba en otra onda, o quizás porque todavía no era el momento para la comprensión, fuera por lo que fuera, la cuestión es, que ahora por fin , estoy apreciando sus sabias palabras, y por eso he pensado que estaría bien el poder transcribirlas por si hay alguno o alguna que le pueda haber sucedido lo mismo que a mí.
Un abrazo.
LA SALUD DEPENDE DE QUE ESTEMOS EN ARMONÍA CON NUESTRA ALMA
La salud es nuestra herencia, nuestro derecho. Es la unión completa y total entre el alma, la mente y cuerpo; y esto no es un ideal lejano y difícil de alcanzar, sino que es algo tan fácil y natural que muchos de nosotros lo hemos ignorado.
Todo el terreno es sólo una interpretación de lo espiritual. El incidente más pequeño e insignificante guarda un propósito divino detrás.
Cada uno de nosotros tiene una misión divina en este mundo, y nuestras almas utilizan nuestras mentes y cuerpos como instrumentos para realizar ese trabajo, de modo que cuando los tres están obrando al unísono el resultado es el gozar de perfecta salud y perfecta alegría.
Una misión divina no significa sacrificarse, abandonar el mundo o rechazar las alegrías de lo bello y de la naturaleza; por el contrario, significa disfrutar de un modo mayor y más completo de todas las cosas, hacer el trabajo que nos encanta hacer con todo el alma y el corazón, ya sea cuidar de la casa, arar el campo, pintar, actuar o servir a nuestros hermanos y hermanas en los negocios o en la casa. Y este trabajo, cualquiera que sea, si nos gusta por encima de todo, es la orden precisa de nuestra alma, la obra que tenemos que hacer en este mundo y la única en la que podemos ser nosotros mismos, interpretando de un modo simple y material el mensaje de nuestro verdadero ser.
Es por eso que podemos juzgar mediante nuestra salud y nuestra alegría si estamos interpretando bien este mensaje.
En el hombre y mujer perfecto/a están todos los atributos espirituales; y nosotros venimos a este mundo para manifestarlos, uno por vez, perfeccionarlos y fortalecerlos de modo que no haya experiencia o dificultad que pueda debilitarnos o apartarnos del cumplimiento de nuestro propósito. Elegimos la ocupación terrena y las circunstancias externas que nos darán las mejores oportunidades para probarnos al máximo; llegamos con la comprensión completa de nuestro trabajo particular; venimos con el increible privilegio de saber que todas nuestras batallas están ganadas antes de pelearlas, que la victoria es segura antes de que la prueba llegue, porque sabemos que somos hijos del Creador, y que como tales somos divinos, incosquitables e invencibles.
Sabiendo todo esto, la vida es alegría, las dificultades y las experiencias pueden considerarse aventuras, porque sólo tenemos que darnos cuenta de nuestro poder, estar seguros de nuestra divinidad, para que todas las dificultades se disipen como la neblina por la luz del sol. Dios en verdad dio a sus hijos el dominio sobre todas las cosas.
Nuestra alma nos guiará- no tenemos más que escucharla ?¢‚Ǩ‚Äú en toda circunstancia, en toda dificultad; y la mente y el cuerpo orientados de este modo pasarán por la vida irradiando felicidad y perfecta salud, tan libres de todo cuidado y responsabilidad como niños que confían.
Libérate a ti mismo (1932) Dr. Edward Bach