LA VERDADERA NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD
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En la verdadera curación , la naturaleza y el nombre de la enfermedad física, sea cual fuere, carece completamente de importancia. La enfermedad del cuerpo en sí misma no es nada más que el resultado de la falta de armonía entre el alma y la mente. Es sólo un síntoma de la causa, y como la misma causa se manifestará en forma diferente en cada individuo, lo que se debe buscar es eliminar la causa, y las secuelas, cualesquiera que sean, desaparecerán automáticamente.
Podemos entender esto con mayor claridad tomando como ejemplo el suicidio. No todos los suicidas se quitan la vida ahogándose. Algunos se arrojan desde una altura, otros toman venenos, pero detrás de todo ellos está la desesperación. Ayudémoslos a superar y a encontrar algo o a alguien por lo cual vivir, y se curarán de forma permanente; con sacarles el veneno, sólo los salvaríamos por algún tiempo, pero quizás más adelante lo intenten nuevamente. También el médico hace reaccionar a las personas en forma diferente: algunos palidecen, otros se sonrojan, o bien se ponen histéricos o se quedan sin habla. Expliquémosles el miedo; demostrémosles que son suficientemente grandes como para superar y enfrentar cualquier cosa, y entonces nada podrá asustarlos de nuevo. A un niño no le importarán las sombras sobre la pared, si se le proporciona una candela y se le enseña cómo puede hacer bailar esas sombras a su gusto.
Durante mucho tiempo hemos atribuido a los gérmenes, el clima o la comida que comemos la causa de nuestras enfermedades; sin embargo, muchos de nosotros somos inmunes a una epidemia de gripe, algunos disfrutan alborozados la sensación que provoca un viento frío, y otros pueden comer queso y beber café negro por la noche, sin consecuencias nocivas. Nada en la naturaleza nos puede dañar cuando estamos felices y en armonía; por el contrario, toda la naturaleza está allí para que la utilicemos y la disfrutemos. Sólo cuando permitimos que la duda y la indecisión, la depresión o el miedo se deslicen insidiosamente en nosotros, es que nos tornamos vulnerables a las influencias externas.
Esta es, por lo tanto, la verdadera causa detrás de la enfermedad, que debe considerarse de la máxima importancia: el estado mental del paciente, y no la condición de su cuerpo.
Cualquier enfermedad, por muy seria y larga que sea, puede curarse devolviéndole al paciente la felicidad y el deseo de seguir adelante con su tarea en la vida. Con frecuencia, sólo es una ligera alteración en su forma de vida, una pequeña idea fija que lo hace intolerante hacia los demás, o un equivocado sentido de la responsabilidad lo que lo mantiene esclavizado, en lugar de estar haciendo una buena tarea en su vida.
Existen siete hermosos estados en la curación de una enfermedad:
PAZ, ESPERANZA, ALEGRÍA, FE, CERTIDUMBRE, SABIDURÍA Y AMOR.
Del libro Bach por Bach ?¢‚Ǩ‚Äú Obras Completas ?¢‚Ǩ‚Äú Edit. Continente ?¢‚Ǩ‚Äú 6ª Edición Octubre 2001.
MI REFLEXIÓN PARTICULARComo dice el Dr. Bach lo primero que se debe de tratar es el estado mental y emocional del enfermo, porque el que tiene una enfermedad, aunque ésta tenga la misma denominación médica, suele vivirla de distinta manera ,unos reaccionan ante el dolor con desesperación, otros con ira, frustración o tristeza, etc. cuando ven que esa enfermedad no se cura con la rapidez que se desearía, reacciones éstas, que yo considero del todo normales, teniendo en cuenta que no podemos tener un control absoluto sobre nuestras reacciones emocionales, (aunque seguro que nos gustaría) lo que nos lleva a agravar más la enfermedad, al no aceptarla como algo que forma parte de nosostros/as, y es entonces cuando el sufrimiento se produce por partida doble, primero por la enfermedad en sí, y segundo lugar por nuestra falta de aceptación de nuestra insatisfecha mente.
Entonces lo que yo creo, es que se debe de aceptar ese sufrimiento al igual que aceptamos a la felicidad en nuestras vidas, y que ese mal no va a durar para siempre, y que los buenos y malos momentos están en constante vaivén en nuestras vidas y no olvidemos aquella expresión que dice ?¢‚Ǩ?ìque no hay mal que cien años dure?¢‚Ǩ¬ù , sino que la vida es una sucesión de acontecimientos, buenos y malos, y que tendremos que llevar en nuestra mochila for time, pero una cosa es lo que yo crea y otra mi necesidad de estar en perfecta armonía, o sea que lo que hago es tomarme mi dosis de flores para acelerar el proceso para alcanzar mi auténtico estado de FELICIDAD.
En multitud de ocasiones tenemos una clara tendencia a administrar las esencias, como si de un medicamento alópata se tratara, mirando en primer lugar el malestar físico del enfermo, y después el estado emocional , a mi personalmente me ha sucedido, y esto puede ser por la costumbre de que cuando hemos tenido que acudir a nuestro médico, lo primero que nos pregunta, es que nos duele y no como nos sentimos ante el dolor, y ahí está el kid de la cuestión, creo yo. Suerte tenemos de tener estos escritos tan maravillosos que el Dr. Bach, nos dejó de herencia para que podamos reflexionar.
Un abrazo.
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