Después de unos días de descanso en mi segunda residencia de Galicia, disfrutando de los floridos toxos (Gorse) que por estas fechas están en todo su esplendor y de una buena comida, aquí me tenéis de nuevo para compartir con vosotros/as un trabajo acerca de los tics nerviosos, esos hábitos de tipo nervioso que padecen un elevado número de personas y que entre todos/as tenemos que buscar solución.
¿Quién de nosotros/as no tiene o ha tenido algún que otro tic a lo largo de su vida, yo por ejemplo en la actualidad tengo uno que en ocasiones se me manifiesta, y es el morderme las uñas, pero tan sólo de los dedos anulares, algo curioso pensando en que tengo 8 dedos más.
Según el diccionario un tic es una contracción nerviosa que se expresa a través de movimientos musculares o sonidos que surgen involuntariamente, de forma súbita, repetitiva y estereotipada.
Los motivos por lo que se manifiestan, esto ya es otra cosa, pueden deberse a diversas causas, puede ser por nerviosismo por ejemplo cuando estamos esperando el resultado de cualquier tipo de pruebas o exámenes, bien si estamos angustiados y ansiosos por algún motivo del que a veces no seamos conscientes, pero que está ahí fastidiándonos .
Yo recuerdo que de adolescente me solía morder con insistencia los labios y los nudillos de los dedos de la mano hasta el punto de hacerme daño, pero sin saber ni cómo ni cuándo dejé de hacerlo.
He conocido a alguien que de repente pasa a chuparse el dedo, algo que creo que tendría que ver con un recuerdo de cuando uno era un bebé.
Inclusive si nuestros padres o hermanos sufren de un tic, también existe la posibilidad de que nosotros por imitación también lo hagamos.
Si el tic es puntual no debe ocurrir nada, el problema puede surgir cuando esos movimientos rápidos que pueden aparecer en cara, cuello y cabeza se hacen sin ningún tipo de control, interfiriendo en nuestras actividades diarias, bien sea conduciendo un coche, trabajando en una máquina de precisión, haciendo una operación, etc. y es entonces cuando se hace necesaria la intervención de nuestras socorridas flores de Bach.
En un primer momento deberíamos tener presente a Star of bethlehem + Cherry Plum por descontrol, morderse las uñas, Vine, acompañado de Impatiens y Walnut. Chuparse el dedo podría pensarse en Honeysuckle, por esa reminiscencia del pasado, por ejemplo.
Creo que podría haber alguna otra esencia que pudiera tenerse en cuenta, y que seguro tú, sabes la respuesta.
Un abrazo.