Este capítulo pertenece al libro escrito por Antonio PereiroFlores de Bach. Usos de las plantas y de las esencias florales. Origen, historia, leyendas, curiosidades…, editado por SEDIBAC.

CENTAURY – CENTAURA MENOR

Centaurium erythraea

ORIGEN E HISTORIA

El nombre botánico de centaurium procede del griego kentaurion, que en la mitología griega estaba representado por un ser híbrido, entre hombre y caballo, conocido como Centauro; erythraea, por su parte, deriva de eruthros, que significa <<rojo>>, en alusión al color de sus flores.

Centaury es una planta originaria de Europa central, incluyendo las Islas Británicas. Se desarrolla muy bien en todas las regiones que van desde la Europa occidental hasta el oeste de Siberia. Actualmente, también se encuentra en el norte de África, Asia Menor e incluso Australia.

Para desarrollarse, prefiere los suelos húmedos, pero bien drenados, y las laderas de las montañas.

Se trata de una hermosa planta bianual, de raíz ligera, que puede llegar a alcanzar una altura de entre veinte y cuarenta centímetros. De su ramificación, nacen en el extremo superior unas pequeñas flores de color rosa brillante reagrupadas en umbelas o racimos que brotan de julio a septiembre.

Por su aspecto, Centaury da la impresión de ser tímida y extremadamente sensible, ya que sus flores solo se abren en los momentos más calurosos, cuando el sol brilla de forma intensa, y se cierran por la noche, cuando está nublo y en momentos de frío y viento.

Es una planta que posee mucha fuerza. No en vano, el Dr. Edward Bach le otorgó la capacidad y el valor para saber decir NO, cuando es necesario.

Bach preparó la esencia de Centaury por el método de solarización en 1930. La indicó para<<personas bondadosas, tranquilas y suaves que están siempre ansiosas por servir a los demás. En su empeño por lograrlo, sobreestiman sus fuerzas. Su necesidad de agradar crece de tal modo en ellas, que se convierten en sirvientes en lugar de actuar como ayudantes voluntarios. Su buena naturaleza les lleva a trabajar más de lo que les corresponde, y al hacerlo así, pueden descuidar su propia misión particular en la vida>>.

NOMBRES QUE RECIBE

Español: Centaura menor, Cintoria, Hiel de la tierra y Hierba pedorrera.
Catalán: Centaura y Herba de Santa Margarita.
Euskera: Lubeazuna.
Gallego y Portugués: Fel da terra.
Inglés: Centaury.
Francés: Petite centaurée rouge.
Italiano: Centaurea minore.
Alemán: Echte Tausendgüldenkraut.

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LA ESENCIA FLORAL

Si se pudiera representar de alguna forma la flor de Centaury, la asociaríamos con la imagen del sometimiento, con la imposibilidad de verse libre de las ataduras invisibles que anulan la voluntad de los seres humanos.

Las personas en este estado son muy complacientes y poseen una clara tendencia a la sumisión. No son conscientes de su naturaleza explotable, por lo que quedan totalmente expuestos a la voluntad de los demás y acaban agotándose con mucha facilidad. La personalidad Centaury está convencida de que si dice que no a alguien, este puede sentirse ofendido y retirarle su aprecio.

Como señala el Dr. Ricardo Orozco, <<Centaury no sabe y no puede decir que no. Queda por tanto totalmente expuesto a la voluntad ajena y, naturalmente, al chantaje afectivo de personas poco escrupulosas y egoístas como Chicory y Vine. Un auténtico Centaury se agota con facilidad, esclavizándose al intentar ayudar y ser útil. En sus ansias por servir sobrevalora sus posibilidades, ofreciendo más de lo que tiene y haciendo un ansioso despliegue de propuestas serviles. En cualquier caso, su cansancio es más físico que psíquico, y surge como consecuencia de la gran cantidad de tareas de las que se hace cargo y de no tener en cuenta sus propias necesidades>>.

APLICACIONES DE LA ESENCIA

La esencia de Centaury hay que tenerla presente siempre que aparezca algún síntoma de cansancio, depresión, tristeza, aflicción, automartirio, hipersensibilidad, y en momentos de falta de energía. También cuando existan dolores de cabeza y problemas respiratorios.

Es recomendable en casos de convalecencias largas, cuando el enfermo ha quedado demasiado debilitado a consecuencia de una enfermedad.

Por vía tópica, añadiendo unas gotas de la esencia a una crema base, su aplicación resulta muy útil en el tratamiento de varices.

En palabras del Dr. Ricardo Orozco: <<Se trata de una esencia muy poderosa energéticamente. En animales y plantas puede ser más eficaz que Olive y Clematis, ya que recordemos que los mismos se hallan en cautividad (sometimiento)>>.

USOS DE LA PLANTA

La infusión de las sumidades (pedúnculos foliados de la planta) es amarga, debido a la presencia de sustancias como iridoides, flavonoides y xantonas. Estos componentes amargos son muy beneficiosos para el buen funcionamiento del hígado y de la vesícula biliar, ya que estimulan el proceso de digestión de los alimentos. Asimismo, esta planta es muy eficaz como tónico estomacal para combatir la falta de apetito y la fiebre.

Andres de Laguna (1499-1559), médico humanista español dedicado a la farmacología y a la botánica, se refiere a esta planta como <<la hiel de tierra>>, por su excesivo amargor, lo que la hace muy útil para descongestionar el hígado y resolver las durezas del bazo.

Los usos medicinales de Centaura eran frecuentes en las disciplinas de Hipócrates[1], y en los siglos V y IV a.C., Dioscórides la recomendaba como purgativo, para curar los orzuelos de los ojos, y como apósito para las ulceraciones.

Sebastián Kneipp[2], sacerdote y médico naturista alemán, valoraba la planta especialmente por sus virtudes estomacales. La espagírica (procedimiento utilizado para elaborar remedios mediante la alquimia utilizando como base las plantas medicinales) emplea su esencia para los trastornos hepáticos, el ardor de estómago, el estreñimiento, las enfermedades de la piel debidas a problemas hepáticos, y los resfriados crónicos.

Estas dolencias suelen padecerlas personas que <<tragan mucho>> de los demás porque les cuesta decir NO. Y aquello que no puede ser digerido anímicamente se convierte en veneno para el alma y, en cierta forma, para el cuerpo. Quizá por este motivo, los médicos de la Antigüedad, que no separaban analíticamente lo puramente físico de lo puramente psíquico, utilizaban la planta como remedio vermífugo (preparado que tiene la propiedad de matar o expulsar las lombrices intestinales).

Si se toma una infusión de centaura antes de las comidas, ayuda a estimular el apetito; si se ingiere después, es beneficiosa para enfermedades como la dispepsia (facilita el proceso digestivo) y alivia la acidez. En Francia e Italia, la cultura popular siempre ha considerado muy saludables las propiedades digestivas de esta planta, y sigue siendo una de las hierbas amargas más utilizadas en la preparación de vermuts (vinos aromatizados con hierbas) y bebidas mezcladas que se consumen como aperitivo para estimular el apetito.

[1] Ver apartado Nombres al final del libro.

[2] Ver apartado Nombres al final del libro.

CURIOSIDADES DEL MÍMULO

Los celtas creían que Centaury atraía la buena suerte; y en Escocia, los profesionales de la medicina a base de hierbas prescribían a menudo su uso para curar las mordeduras de serpiente, así como para contrarrestar otros venenos. Hace poco más de un siglo, esta planta, administrándola en forma de polvo, se utilizó para tratar la gota.

Las flores de la centaura están grabadas en la tumba del poeta William Wordsworth, (1770–1850), uno de los escritores románticos ingleses más importantes y gran admirador de la naturaleza. Definía sus flores como <<Sol naciente>>, porque solo se abren durante el día.

En inglés antiguo, Centaury también era conocida como Bitterwort, y del amargor intenso de la hierba, el botánico inglés Nicholas Culpeper[1] dijo lo siguiente: <<Es muy saludable, pero no muy agradable al gusto>>.

Se cuenta que uno de los centauros más famosos, Quirón, fue el primero en descubrir y emplear la planta de centaura, de ahí su antiguo nombre en griego Chironia. Comparado con sus otros compañeros, Quirón era paciente y afable, y tan sabio que los reyes le confiaban sus hijos para que se encargara de su educación. Inspirado por el dios del sol, Apolo, les enseñó a curar las heridas a Aquiles (héroe de la Guerra de Troya) y Jasón (héroe de la mitología griega). Hércules hirió por equivocación al noble centauro con una flecha que había sido mojada en la sangre venenosa de la serpiente marina Hidra. Algunos cronistas afirman que Quirón se curó la mortal herida en el pie con la centaura. Otros, en cambio, cuentan que la brecha era tan dolorosa que renunció a su inmortalidad sobre la Tierra y fue enviado por los dioses al cielo, a la constelación de Sagitario. En las creencias populares sigue existiendo un débil recuerdo del centauro, y se dice que para tener suerte en la vida, los jinetes deben bajar del caballo cuando vean una centaura en floración, y arrancarla.

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